
Conferencia de prensa del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Anthony Blinken:
– Confirmó la transmisión de una respuesta por escrito a Moscú sobre las propuestas rusas de garantías de seguridad;
– 8.500 militares estadounidenses en los EE. UU. y Europa están en alerta máxima en caso de que sean enviados a Europa del Este;
– Una reunión con Lavrov tendrá lugar en un futuro próximo, cuando Moscú pueda estudiar la respuesta de EE.UU. y decidir sobre sus pasos futuros;
– Confirmó una vez más la imposición de sanciones estadounidenses y europeas en caso de una “invasión rusa”;
– Confirmó el suministro de armas a Ucrania y su continuación;
– La respuesta de EE.UU. no se publicará para darle una oportunidad a la diplomacia, esto requiere confidencialidad;
– Respuestas de EE.UU. a propuestas preparadas en estrecha coordinación con Ucrania y aliados en Europa;
– Estados Unidos no abandonará el principio de “puertas abiertas” en la OTAN;
– Tenemos posiciones comunes sobre cuestiones de seguridad y control de armas con Rusia, estamos listos para discutirlas;
– Estamos totalmente preparados para proteger el flanco este de la OTAN en caso de escalada.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en una fotografía de archivo.
Rusia recibió el 26 de Enero del 2022 la respuesta por escrito de Estados Unidos a las garantías de seguridad que exige para frenar la expansión de la OTAN y el emplazamiento de armas ofensivas cerca de sus fronteras, informó el Ministerio de Exteriores en un comunicado, reseñan agencias.
La respuesta fue entregada al viceministro ruso Alexandr Grushkó por el embajador de EEUU en Rusia, John Sullivan.
El embajador de EE.UU. entregó en el Ministerio de Exteriores de #Rusia las respuestas por escrito a las propuestas de garantías de seguridad https://t.co/n8FfedWtut
— Anoncandanga V (@candanga_anon) January 26, 2022
«El 26 de enero el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia A.Grushkó recibió al embajador de EEUU en Moscú, John Sullivan, a petición del último», indica la nota oficial.
Durante la reunión, que, según los medios rusos duró cerca de media hora, el diplomático estadounidense entregó la respuesta por escrito a las propuestas sobre la seguridad en Europa que Rusia exigió a EEUU a finales del año pasado.
Sullivan abandonó la sede del Ministerio de Exteriores ruso sin hacer declaraciones a la prensa.
Rusia espera ahora también la respuesta de la Alianza Atlántica en lo que es una semana clave para los esfuerzos diplomáticos dirigidos a evitar un ataque o una invasión rusa en Ucrania, en cuya frontera acumula más de 100.000 soldados.
Este miércoles, el titular de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, señaló que Rusia espera una respuesta «constructiva» de EEUU y la Otan a sus exigencias.
«Si no hay una respuesta constructiva, y Occidente continúa su ‘curso agresivo’, tal y como dijo el presidente (Vladímir Putin), tomaremos las respectivas medidas de respuesta», advirtió Lavrov.
Rusia dijo previamente que tomaría las medidas «técnico-militares necesarias» en caso de una negativa de Occidente para abordar la seguridad en Europa con énfasis en las demandas rusas.
Las garantías de seguridad exigidas por Rusia incluyen poner freno a una mayor expansión de la Alianza, en particular a Ucrania y Georgia, el cese de toda cooperación militar con las antiguas repúblicas soviéticas y la retirada de las tropas y armamentos de la OTAN a las posiciones que ocupaban antes de 1997.
A EEUU, Rusia le propuso en concreto un proyecto de tratado y a la Otan un acuerdo.
Con respecto a EEUU, Moscú propone que Washington excluya el emplazamiento de armamento nuclear fuera de las fronteras de ambos países y el retorno a sus silos de las armas ya desplegadas antes de la entrada en vigor del documento vinculante que propone.
Ambas partes también se comprometerían a la destrucción de la infraestructura ya existente para ello en el extranjero, además de dejar de efectuar ensayos nucleares e instruir a especialistas civiles y militares de otros países.
«En una guerra nuclear no puede haber vencedores», señaló Moscú en su propuesta.
El borrador del tratado alude a varios acuerdos suscritos entre 1971 y 1989 por la Unión Soviética y EEUU, aunque el Kremlin niega que su iniciativa suponga «una revisión de los resultados del fin de la Guerra Fría».