
El Regimiento de Ingenieros de Salamanca, un referente en Europa por su especialización en construcción de infraestructuras, ha sido el elegido para diseñar la nueva gran base militar en Bamako, la capital de Mali, con capacidad para 800 militares de diversas naciones y posibilidad de ampliar hasta unos 1.500. Un reto de gran envergadura -como fue en su día la base militar construida por los militares salmantinos en el Líbano y referente para Naciones Unidas-, en el que una comandancia de siete ingenieros del Arroquia trabajan desde hace dos meses sobre el terreno en Bamako.
Desde la capital de Mali, el comandante San Martín, al frente del equipo de ingenieros desplegado, describe a este periódico cómo en estos dos meses se han dedicado a reconocer y estudiar las características del terreno donde se ubicará la base, con estudios hidrográficos incluidos, además de contactar con los vecinos de las poblaciones cercanas para recibir sus impresiones y trasladarles el compromiso de que la base no afectará a los acuíferos de la zona.
“Hemos elevado el proyecto a Bruselas. En la base se reciclará un 50% del agua utilizada y se usará energía solar”
“Es una base puntera con el sello salmantino, la más moderna y sostenible que ha construido el Regimiento de Ingenieros. Hemos diseñado una base espaciosa, moderna y comprometida con el medioambiente. Siguiendo las directivas europeas, estamos diseñando diferentes sistemas que permitan reciclar al menos un 50% del agua utilizada, así como implementar placas solares que permitan reducir el consumo de energía que proviene de los grupos electrógenos de gasóleo”, confirma el comandante del Regimiento de Ingenieros de Salamanca. “Cada diseño es un reto y no somos conformistas, ya que buscamos soluciones”, destaca.
El proyecto de la nueva gran base para la Unión Europea diseñada por los ingenieros del Arroquia ya se ha elevado a Bruselas y se estima que entre junio y julio se pueda aprobar el proyecto. La UE tiene el firme compromiso de reducir la huella logística y prefiere apoyar a la población de Mali y que ésta se implique en la construcción de la base, que desplegar a grandes compañías de militares para la construcción como en otras misiones. Por ello, el flujo de ingenieros de Salamanca que viajará a Mali seguramente será constante en los próximos dos años, aunque en pequeñas comandancias de 10-15 personas que controlen y dirijan el proceso de construcción de la base.
De momento, los siete ingenieros desplazados en Bamako, alojados en un cuartel-hotel de la misión europea, no saben cuándo regresarán a casa. “Es pronto para saber cuánto puede durar esta misión, lo que sí se puede decir es que el compromiso que tiene España con la seguridad en esta región es claro y los ingenieros son siempre necesarios”, agrega el comandante San Martín, que explica que también apoyan a EUTM en otras zonas de Mali.