Las fuerzas afganas han matado a un importante líder de Al-Qaeda buscado por Estados Unidos, ya que el gobierno acusó el domingo a los talibanes de mantener estrechos vínculos con el grupo ISIS.
Abu Muhsin al-Masri, un ciudadano egipcio que se cree que es el número dos del grupo en el subcontinente indio, fue atacado en la provincia oriental de Ghazni, dijo la agencia de inteligencia de Afganistán en un comunicado.
La Dirección Nacional de Seguridad no entregó mayores detalles sobre el operativo ni cuándo se llevó a cabo.
El asesinato de Masri fue un indicio de la relación entre los talibanes y Al-Qaeda, afirmó el domingo el ministro del Interior de Afganistán, Masoud Andarabi, sin proporcionar detalles.
“El asesinato de uno de los miembros clave de Al-Qaeda, al-Masri, por la Dirección Nacional de Seguridad demuestra los estrechos vínculos de los talibanes con los grupos terroristas que operan contra el gobierno afgano y su pueblo”, tuiteó.
“Todavía mantienen estrechas relaciones con los grupos terroristas y están mintiendo a diferentes lados”.
El refugio de Al-Qaeda por parte del gobierno talibán fue la razón original de la invasión estadounidense de Afganistán después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
En un acuerdo histórico entre Estados Unidos y los talibanes en febrero, los talibanes acordaron no permitir que extremistas extranjeros, incluida Al-Qaeda, utilizaran suelo afgano a cambio de que Washington retirara sus tropas.
Masri, que también se conoce con el nombre de Husam Abd-al-Ra’uf, está en la lista de terroristas más buscados del FBI.
En diciembre de 2018 se emitió una orden de arresto estadounidense contra su arresto, luego de que fuera acusado de brindar apoyo y recursos a una organización terrorista extranjera y de conspirar para matar a ciudadanos estadounidenses, según el FBI.