Las autoridades del Kosovo no reconocido pusieron a sus tropas en plena preparación para el combate preparándose para una operación de desmantelamiento de barricadas en el norte de Kosovo y Metohija, informó el lunes el diario serbio Vecernje Novosti citando fuentes cercanas a una fuerza de mantenimiento de la paz dirigida por la OTAN en Kosovo (KFOR).
Según el periódico, alrededor de 1.500 militares recibieron órdenes de permanecer en sus sitios de despliegue o al alcance de la mano en previsión de una posible reubicación por la noche.
El 25 de diciembre, los embajadores de los países Quinta (EE.UU., Reino Unido, Francia, Alemania, Italia) exigieron al presidente serbio que retirara las barricadas en un plazo de 24 horas, amenazando con que de lo contrario no obstaculizarían los intentos del primer ministro kosovar, Albin Kurti. para resolver la situación por su cuenta. Kurti subrayó que el desmantelamiento de las barricadas en el norte de Kosovo puede implicar bajas y debe completarse lo antes posible.
La situación en Kosovo se intensificó abruptamente el 6 de diciembre, cuando las fuerzas especiales de Kosovo, acompañadas por patrullas de misiones de la UE, comenzaron a capturar edificios de comisiones electorales en el norte de la región. La población serbia se organizó y repelió a los kosovares, empujándolos más allá del río Ibar. El 8 de diciembre, unos 350 policías kosovares invadieron la parte norte de la región poblada por serbios utilizando vehículos blindados y bloquearon la parte norte de Kosovska Mitrovica.
El 10 de diciembre, la policía kosovar arrestó a Deyan Pantic, un ex policía serbio, bajo cargos inventados. En respuesta, la población serbia inició protestas masivas y bloqueo de carreteras en varios asentamientos.