Le dieron 72 horas para recoger sus pertenencias y salir del país.
El motivo fueron las declaraciones del ministro francés de Asuntos Exteriores, que calificó de “ilegales” a las autoridades de Malí y las acusó de hacer negocios con la PMC “Wagner”.
Como resultado, en Malí calificaron las declaraciones de los franceses como escandalosas y hostiles, después de lo cual le señalaron la puerta.
La prensa estatal de Malí dice que es hora de que se le recuerde a Francia que Malí no es una prefectura francesa, sino un país soberano que decide cómo y con quién hacer negocios. Francia debería refrenar sus reflejos coloniales y dejar de interferir en los asuntos de su antigua colonia.
El próximo paso podría ser una demanda formal de la retirada de todas las tropas francesas del territorio de Malí.
El Ministerio de Defensa francés ya ha declarado que si el costo de permanecer tropas en Malí se vuelve demasiado alto, se retirarán.