Monumento a los soldados caídos en Bogotá, los indígenas piden justicia por el caso de la niña violada por 7 miembros del Ejército, así como por todos los casos de violación de los derechos humanos a las comunidades indígenas.
Siete soldados colombianos han sido acusados por la violación de una niña indígena de 13 años, un anuncio que ha alarmado a muchos en una nación que ya está lidiando con el largo historial de abuso de los militares, incluidos asesinatos ilegales y acusaciones de agresiones sexuales.
La niña, miembro de la comunidad Embera, es una estudiante que había estado viviendo con su madre y muchos hermanos en el departamento de Risaralda, en la parte occidental del país, según Lejandrina Pastor, asesora de la Organización Nacional Indígena de Colombia, la asociación que une a los grupos indígenas del país.
La Sra. Pastor dijo que el asalto ocurrió después de que la niña desapareció temporalmente, enviando a su familia al pánico.