
Guerrilla Ninja hace una buena síntesis audiovisual comparativa entre los muy similares guiones golpistas de Venezuela (2002 y 2016-2019, fracasados) y Bolivia (2019, en curso), los tres auspiciados por el Pentágono, la CIA y las oligarquías de la Unión Europea y los Estados Unidos de América, usando autoproclamaciones presidenciales de sus títeres de turno y matanzas, mientras grandes patrimonios jalean estos Golpes de Estado desde televisiones privadas en manos de grandes conglomerados.