Los cargos alegan que Ali Alzabarah y Ahmad Abouammo usaron sus credenciales de empleados para acceder a información sobre usuarios específicos de Twitter, incluidas sus direcciones de correo electrónico, fechas de nacimiento, números de teléfono y direcciones de protocolo de Internet. Un tercer individuo, Ahmed Almutairi, también fue acusado de actuar como intermediario entre los empleados de Twitter y el gobierno saudí, dijo el Departamento de Justicia, informó CNBC.
“No permitiremos que las compañías estadounidenses o la tecnología estadounidense se conviertan en herramientas de represión extranjera en violación de la ley estadounidense”, dijo el fiscal federal David Anderson en un comunicado.
El Washington Post informó previamente la noticia.
Se cree que Alzabarah y Almutairi están en Arabia Saudita mientras Abouammo fue arrestado en Seattle el martes.
Los tres hombres enfrentan una sentencia máxima de 10 años en prisión y una multa de $ 250,000. Abouammo enfrenta otros 20 años y otra multa de $ 250,000 por mentir a agentes del FBI, dijo el Departamento de Justicia.
Abouammo es ciudadano estadounidense y trabajó en Twitter desde noviembre de 2013 hasta mayo de 2015 como gerente de asociaciones de medios para las regiones de Medio Oriente y África del Norte, según los cargos. Alzabarah es ciudadano saudí y trabajó para Twitter desde agosto de 2013 hasta diciembre de 2015 como ingeniero de confiabilidad del sitio, según una copia de los cargos.
Los cargos alegan que Abouammo utilizó sus credenciales para acceder a las direcciones de correo electrónico y números de teléfono de múltiples usuarios de Twitter que eran críticos de la familia real saudita. Después de abandonar Twitter, Abouammo supuestamente continuó contactando a sus antiguos colegas para solicitarles que retiraran y verificaran ciertas cuentas por orden de funcionarios extranjeros, según los cargos.
Alzabarah, mientras tanto, usó sus credenciales de empleado para acceder a la información privada de más de 6,000 usuarios de Twitter, según los cargos.
“Nuestra compañía limita el acceso a información confidencial de la cuenta a un grupo limitado de empleados capacitados y examinados”, dijo una portavoz de Twitter en un comunicado. “Entendemos los riesgos increíbles que enfrentan muchos que usan Twitter para compartir sus puntos de vista con el mundo y hacer responsables a los que están en el poder”.