
Después de que los técnicos estadounidenses abandonaron la base aérea de Balad, no había nadie para servir a 34 cazas F-16 de la Fuerza Aérea Iraquí.
Los aviones están perdiendo su eficacia de combate, y en Bagdad ya declaran que no pueden luchar eficazmente contra el Estado Islamico sin el apoyo de la coalición.