Los bancos del Líbano permanecen cerrados por quinto día hábil en medio de la incertidumbre sobre cómo el primer ministro Saad al-Hariri planea extraer miles de millones de dólares del sector financiero para ayudar a aliviar una crisis económica que ha provocado protestas nacionales.
Bajo presión para convencer a los donantes extranjeros, puede reducir el déficit presupuestario del próximo año, Hariri ha dicho que el banco central y los bancos comerciales contribuirán con 5,1 billones de libras libanesas ($ 3,4 mil millones) para ayudar a cerrar la brecha, incluso a través de un aumento en los impuestos sobre las ganancias bancarias.
Cinco banqueros entrevistados por Reuters dijeron que no se les habían explicado los detalles de las medidas y que esperaban el regreso del gobernador del banco central, Riad Salameh, de Washington, donde asistió a las reuniones del FMI y el Banco Mundial, para arrojar luz.