El Gobierno de M. Rajoy gastó 500.000 € de fondos reservados de dinero público, para protegerse de la justicia, por su caja B.
Y utilizó la policía política, de las cloacas del Estado, para espiar a Bárcenas.
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El Gobierno de Mariano Rajoy usó dinero público para financiar la Operación Kitchen, operación diseñada para espiar al extesorero del PP, Luis Bárcenas, y buscar y destruir pruebas que implicaran a la cúpula del PP en la caja B del partido conservador y de su financiación ilegal.
En una información firmada por Miguel Ángel Campos, la cadena Ser adelanta que entre 2013 y 2015 el Gobierno entonces presidido por Mariano Rajoy gastó 500.000 euros de los fondos reservados para que el comisario jubilado José Manuel Villarejo y el resto de la llamada política política espiara a Bárcenas e intentaran recabar pruebas comprometedoras para los entonces dirigentes del PP.
Según la información clasificada a la que ha accedido la cadena Ser, el pago de esos 500.000 euros fue aprobado por quien entonces era secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, actualmente imputado en la causa. En su información, la Ser afirma que “sólo el poder político y un pequeño grupo de agentes, liderados por el exdirector Adjunto Operativo de la Policía Nacional, Eugenio Pino” estaban al tanto de los verdaderos objetivos de la Operación Kitchen y que la mayoría de loa agentes que intervinieron en el operativo pensaban que estaban actuando para ayudar a la investigación de la caja B del PP abierta en la Audiencia Nacional.