¡Chelsea Manning no debe ser olvidada! Ayer, la denunciante celebró su cumpleaños 32 en una cárcel.
Ayer, 17 de diciembre, la denunciante Chelsea Manning pasó su cumpleaños número 32 sola en una celda de una prisión en Alexandria, Virginia, donde ha estado encerrada durante nueve meses por negarse a testificar en un juicio ante un gran jurado contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Al encarcelar a Manning, la clase dominante estadounidense se esfuerza por establecer el principio dictatorial de que la población mundial no tiene derecho a saber acerca de los crímenes de guerra imperialistas y no tiene derecho a expresar su oposición a las guerras. El objetivo final es prepararse para futuras guerras a una escala aún mayor. Por esta razón, la lucha por la liberación de Manning es de importancia crítica para miles de millones de personas en todo el mundo.
Manning ha sido perseguida, perseguida y calumniada por el gobierno más poderoso del mundo durante la mayor parte de su vida adulta. A los 23 años, ayudó a WikiLeaks a hacer públicos cientos de miles de páginas de evidencia de crímenes de guerra estadounidenses. Una década después, las guerras continúan. Sociedades enteras se han reducido a escombros, con millones de civiles asesinados y decenas de millones obligados a huir de sus hogares.
En represalia por la exposición de Manning de crímenes de guerra, el gobierno de Obama la encerró durante siete años bajo la Ley de Espionaje. Durante esos siete años fue sometida a tortura por los carceleros militares cuyos crímenes había expuesto.
Sin embargo, hasta el día de hoy, Manning dice que no se arrepiente.
En enero de 2017, la sentencia de Manning fue conmutada y fue liberada de la prisión en mayo de ese año, a la edad de 29 años. Pero solo un año y medio después, el Departamento de Justicia la citó y amenazó con encerrarla nuevamente si ella no volvió la evidencia del estado contra Assange.
La respuesta de Manning a la citación fue un perfil histórico en coraje político.
“No cooperaré con este o cualquier otro gran jurado”, dijo en una conferencia de prensa fuera de la sala del tribunal donde estaba a punto de ser detenida. No cambió de opinión cuando el gobierno intentó convencerla de inmunidad legal, y el 8 de marzo de 2019 la enviaron a prisión.