El caso del futbolista iraní Amir Nasr Azadani se trata de una campaña de desinformación y manipulación contra Irán para demonizar al país persa, afirma un politólogo.
La Justicia iraní niega que el jugador Nasr Azadani haya sido condenado a muerte, como afirma la prensa extranjera. El presidente del Tribunal Supremo de la provincia de Isfahan, Hoyatolislam Asadolá Yafari, ha afirmado que tres agentes de seguridad murieron durante los disturbios registrados el pasado 16 de noviembre en la ciudad del mismo nombre, por los que hay nueve imputados, entre ellos el futbolista .
Por tanto, ha asegurado, Nasr Azadani se encuentra en prisión preventiva a la espera de juicio, mientras que el jugador ha confesado claramente su actuación delictiva. Asimismo, existen grabaciones de cámara del lugar de los hechos y documentación suficiente que acredita que esta persona es miembro de un grupo armado. En los últimos meses, los alborotadores, aprovechando la muerte de la joven iraní Mahsa Amini —ocurrida el pasado 16 de septiembre en un hospital de Teherán, tras ser detenida por la policía—, han provocado disturbios atacando a las fuerzas de seguridad y causando parcial y total destrucción de bienes públicos y privados.
Mientras tanto, muchos agitadores fueron arrestados y llevados a juicio, quienes admitieron los crímenes que cometieron. Mientras tanto, los medios de comunicación occidentales han tratado de montar una campaña para influir en la opinión pública y aprovechar la “simpatía del público” para unir a la gente contra la Revolución Islámica.