El primer ministro australiano, Scott Morrison, dijo que las organizaciones gubernamentales y comerciales están siendo atacadas actualmente por un sofisticado pirata informático “estatal” extranjero sin identificar públicamente la fuente.
Al mismo tiempo, la oposición, que recibió el texto completo de la sesión informativa de seguridad, habla directamente de la responsabilidad de China.
El primer ministro enfatizó que los ataques “no comenzaron hoy”, sino que representan una amenaza constante para el país.
Algunos de estos ataques se cometieron contra departamentos e instituciones gubernamentales, así como contra gobiernos locales, cada uno de los cuales almacena datos económicos y personales confidenciales.
Australia, junto con Canadá, el Reino Unido, los Estados Unidos y Nueva Zelanda, es parte de la alianza de inteligencia Five Eye, que es el objetivo tentador de la inteligencia china. Al mismo tiempo, la cooperación entre Londres y Canadá con la compañía china Huawei recientemente condujo a un conflicto en la Alianza iniciado por los Estados Unidos.
Se sabe que China, Irán, Israel, Corea del Norte, Rusia, Estados Unidos y varios países europeos han desarrollado capacidades de guerra cibernética.
Sin embargo, es que las sospechas recaigan sobre Beijing no es novedad, que recientemente ha impuesto sanciones comerciales a los productos australianos en medio de una creciente disputa por la influencia china.
Australia enfureció a China al pedir que se investigara el origen de la pandemia de coronavirus y acusar al gigante asiático de alimentar un virus “infodémico” y de ejercer “coacción” económica.
China, cada vez menos dispuesta a tolerar las críticas a sus políticas exteriores más agresivas, ha advertido a sus estudiantes y turistas de que no vayan a Australia, ha amenazado con más sanciones y ha condenado a un ciudadano australiano a muerte por tráfico de drogas.
Morrison dijo que había notificado los ciberataques al líder de la oposición y a los líderes del Estado, a los que calificó de “maliciosos”.
Por su parte, la agencia Reuters informó tiempo atrás que Canberra había determinado en marzo del año pasado que China era responsable de un ataque de piratería a contra el parlamento australiano. El país oceánico, no obstante, nunca hizo públicas esas sospechas, pese a que Beijing negó los trascendidos.