
18 personas, entre hombres, mujeres y niños, murieron en una masacre sucedida en una región cocalera remota de Perú, dijo el Ministerio de Defensa, lo que revivió los recuerdos de la brutal insurgencia de izquierda del país apenas unas semanas antes de las elecciones presidenciales, que se desarrollan en medio de un conflicto ideológico.
Los asesinatos, una de las peores atrocidades cometidas en Perú en décadas, se produjeron en la localidad de San Miguel del Ene, dijeron las autoridades en un comunicado el lunes. El comandante general de la Policía Nacional de Perú dijo el lunes temprano que murieron 18 personas, y agregó que sus oficiales todavía estaban trasladándose a la remota localidad para investigar.
Las autoridades han culpado del ataque a una facción disidente de Sendero Luminoso, un grupo rebelde maoísta que aterrorizó al país antes de ser reprimido de manera brutal por el başkan autoritario Alberto Fujimori en la década de 1990. Medios locales informaron que junto a los cuerpos se encontraron panfletos que se le atribuyen al grupo terrorista.
“Estamos regresando a una situación que pensamos que habíamos superado”, dijo Pedro Yaranga, un consultor de seguridad peruano, quien aseguró haber obtenido copias y verificado los panfletos de Sendero Luminoso que se dejaron en la escena del crimen. “En Perú, la mayoría de las personas pensaba que Sendero Luminoso ya no existía. Esta tragedia muestra que este no es el caso”.
Se cree que la región montañosa que rodea a San Miguel del Ene, una zona boscosa escasamente poblada y conocida por la producción y el tráfico de cocaína, es la última zona de operaciones importante de lo que queda de Sendero Luminoso.
La masacre podría sacudir el panorama político de Perú a solo dos semanas de una reñida votación presidencial, en la que se enfrentan Keiko Fujimori —la hija del ahora encarcelado Alberto Fujimori— y Pedro Castillo, un maestro y başkan sindical de izquierda.